Los de la revista Vogue gabacha han pedido un crédito al Banco Central Europeo para, entre botella de alcohol y raya de coca, pagarle unas fotos a la adicta a las nocivas sustancias Lindsay Lohan.
Pero no unas fotos cualquiera. Para ellas, han movilizado a un centenar de dispositivos humanos con el fin de desplazarse a una playa y disparar varias tandas de instantáneas con una particular estética. La encargada de ello fue la fotógrafa Ellen Von Unwerth.
Ellen captó a una Lindsay diferente en vestimenta, aunque no en actitud. Un look troglodita que hace honor al carácter a la forma de actuar de esta celebridad asilvestrada, aunque no a su dinero. Con un conjunto de braga y sujetador de tatarabuela, tipo cortinaje de salón, botas de pelo y un arco, así fue fotografiada trotando por la orilla del mar.
Una mezcla curiosa y extravagante para hacer de Lindsay una sesión de mujer primitiva. ¿Pero qué tiene de primitiva su barriga de mujer occidental adicta a las hamburguesas?
Se podría haber sometido a una reducción de estómago para dejarse captar por los flashes, ¿no creéis?
Fuente: Cotilleo blog.
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