A los tristes que hayáis pasado el sábado-noche en casa viendo Eurovisión, poco os puedo decir. Los demás, sabréis tanto como yo o más, que me acabo de levantar.
Por lo que veo, marcando excepción entre la mayoría de los certámenes eurovisivos, España se diferenció y destacó notablemente de entre todos los participantes. Y no por el pequeñito temazo interpretado.
Al final, quedamos en la posición número 15 con 68 votos. ¿Por qué? ¿Por la canción? ¿Por el cantante? ¿O por el boicot? Sí, boicot. Como podéis ver en el video, Diges y su grupo de baile fue interrumpido en mitad de actuación por Jimmy Jump -un conocido personaje acostumbrado a hacer lo mismo en acontecimientos deportivos-.
Diges siguió como si nada, sin pestañear, aunque con la voz algo más temblorosa. La coreografía era tan mala, que hasta el público se lanzó a intentar mejorarla. Y lo consiguió. Aunque tras el incidente, el representante español y su ballet tuvieron que repetir la actuación.
Total, como resultado final, no ha quedado nada mal. La vencedora ha sido la representante de Alemania, Lena Meyer, con la canción “Satellite”.